sábado, 29 de marzo de 2014

Mitos de la transición española del franquismo a la monarquía



MITOS DE LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA
Lic. Fernando Britos V.
Vicios de la Transición Española del franquismo a la monarquía y los mitos que la envuelven. Cómo operaron las tesis de Samuel Huntington en España, cómo la cuentan los jóvenes a sus padres y cuáles son las lecciones que pueden aplicarse a otras transiciones.
Juan Carlos Monedero, politólogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, ha hecho el obituario político de Adolfo Suárez (1932 – 2014) como “astuto arribista, un superviviente en aquel régimen horrendo donde tanta gente perdió la vida. Un pícaro en un país condenado a serlo de pícaros porque la España del altar, el trono y el dinero resolvió amputar la II República (…)” [1].
Monedero, obtuvo su posgrado en Alemania, asesoró al gobierno de Hugo Chávez[2] y es afín al Movimiento 15-M, los “indignados” españoles. Ha estudiado a fondo las transiciones entre distintos regímenes políticos y en particular la que se desarrolló en su país en la década de los setenta del siglo pasado desde el franquismo a la actual monarquía. De hecho reconoce haber dedicado a este tema más de veinte años de investigación elocuente y documentadamente recogida en uno de sus libros: “La Transición contada  nuestros padres.[3]
Refiriéndose a este libro esclarecedor Monedero sostiene: “con malos cimientos se levantan débiles edificios. La generación de la Transición cerró la puerta y puso un filtro cultural donde para entrar había que recitar su nuevo catecismo. Sólo cuando sus protagonistas dejen de decir: ‘¡Hicimos una gesta maravillosa!’ y lo sustituyan por el más humilde: ‘Hicimos lo que pudimos’, podremos dar cuenta de la escasa calidad de la democracia española. Para que el nocturno de la democracia cambie su partitura y abra paso a tonadas donde voces más alegres cuenten” [4].
Para nosotros es fundamental considerar el trasfondo y los procedimientos de la Transición Española[5], pues por aquí se la ha puesto como ejemplo de un proceso armonioso, de unión, de coincidencia y de superación de un pasado signado por el fascismo, sus terribles crímenes y las penurias del pueblo español. El libro demuestra que esa transición es un mito, un relato ocultado, de tal modo que España es el único país europeo “donde se puede ser demócrata sin ser antifascista”.
Monedero ubica ciertos elementos de la Transición en la República Federal Alemana. Allí la socialdemocracia, encabezada por Willy Brandt (Canciller 1969-1974), fue la incubadora del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), formó y financió a los jóvenes dirigentes, encabezados por Felipe González que se reimplantarían en la política española de la cual estaban ausentes desde 1939 [6]. También marcó la impronta de salida del franquismo, un proceso que debía ser tranquilo, sin convulsiones. En medio de la Guerra Fría, Brandt buscaba una política conciliadora entre estadounidenses y soviéticos porque su propósito era conseguir la reunificación de su país. Ese “modelo” de transición sin sobresaltos era el apropiado para evitar que la pugna entre los bloques se interpusiera.
La Transición se venía preparando antes de la muerte de Franco. Desde 1969, este había establecido que Juan Carlos de Borbón sería su sucesor como monarca (“todo quedaba atdo y bien atdo”). Esto supuso sacar de en medio al padre y al primo del rey actual y otras tramoyas por las cuales el dictador jugaba con dos mazos y había casado a su hija con el otro aspirante al trono.
Parte del mito de la Transición Española es la del rey demócrata aunque hubiera sido criado por el tirano y le hubiera prometido lealtad desde un principio. El propósito del Borbón era reinar a cualquier costo y lo consiguió. Los años demostrarían que este rey fiestero y derrochón, cazador de elefantes y de féminas, prepotente y tontarrón, no jugó papel alguno y ya estaba bien entronizado en 1981 como para apoyar el golpe fascista de Tejero (conocido como 23-F). Monedero le califica como “el perfecto traidor”.
Los militares y la Iglesia Católica, mayoritariamente enemigos de la República desde 1931, socios en la Guerra Civil también tenían sus propósitos. Los primeros que solamente habían probado valía contra su propio pueblo, que habían sido camaradas de armas de los nazis y fascistas, deseaban seguir gravitando y mantener oculto ese pasado deshonroso, tan oculto como los 140.000 españoles enterrados en fosas comunes diseminadas por toda España que todavía están por descubrirse. Los mandos estaban dispuestos a hacer algunas concesiones pero nada importante. Durante 25 años a partir de 1939 habían conmemorado el 1º de abril con un desfile militar: el “Día de la Victoria” (La Victoria Católica en España, como la denominó el Papa Pío XII en un telegrama a Franco saludando el triunfo del fascismo). Con la Transición este discurso cambió y se estableció un “discurso de la paz”. Los malos tiempos habían pasado. La polarización y la lucha entre españoles ya no volverían.
Los banqueros y los partidos políticos cooptados por el franquismo también tenían su propósitos y este era el de ocupar todo el espacio posible amortiguando sus diferencias. Todos tenían que hacerse potables y funcionales a la nueva democracia. En ese escenario, el pícaro Suárez que por accidente no había sido ministro de Franco se hizo compinche del rey arribista y jugó el papel por el que ahora le recuerdan nostálgicos los sostenedores del mito. Impresentable era Manuel Fraga Iribarne (1922-2012) el abogado gallego que, como Ministro de Información y Turismo del decrépito caudillo, había firmado condenas a muerte con él hasta último momento. Sin embargo, el relato oculto de la Transición le permitió a este viejo criminal ser uno de los patrocinadores de la Constitución Española y actuar en distintos gobiernos hasta su muerte.
La T.E. hizo que los políticos y las instituciones de la España atrasada, reaccionaria y fascista, se transformaran en un santiamén en demócratas integrales. Los jueces, los políticos, la policía, el clero, los empresarios, la administración pública, que habían ejecutado los crímenes, latrocinios y negociados del franquismo fueron blanqueados y bendecidos para seguir operando hasta la actualidad. Naturalmente los frutos de esta “herencia institucional” son una democracia de baja calidad (la fruta viene podrida). La transición también incluyó “herencias culturales” (la despolitización, la baja participación ciudadana inculcadas por el terror y el autoritarismo franquista, la falta de espíritu crítico en la academia y en los medios de comunicación, los partidos políticos poco transparentes y muy centralizados, etc.) y “herencias sociales” (la persistencia de desigualdades socioeconómicas, generacionales y de género, las deficiencias en salud, educación, previsión).
José María Colomer, un politólogo que dice comprender las razones de la mesura con la que actuaron los agentes políticos en la negociación de la transición, señala que “las virtudes de la transición se han convertido en vicios de la democracia”[7].
Monedero no está de acuerdo con esta tesitura. Él dice que los vicios de la transición son también vicios de la democracia aunque reconoce que, en plena Guerra Fría, Estados Unidos no habría permitido una verdadera transición en España, en forma similar a lo que había acontecido, treinta años antes, cuando con el fin de la Segunda Guerra Mundial los Aliados permitieron la subsistencia de Francisco Franco a pesar de que su régimen estaba profundamente comprometido política, militar y económicamente con el Eje.
Samuel Huntington (1927-2008), el politólogo de Harvard, se especializó en el estudio de los regímenes civiles y militares, en los golpes de Estado y naturalmente prestó atención a los procesos de transición entre regímenes. Al respecto estableció cuales serían las transiciones permisibles para el esquema geopolítico del imperio: aquellas en las que la participación popular no desborde lo institucional. En otras palabras donde el pueblo no tenga más que una intervención decorativa.
Aunque la Transición Española no haya sido planificada puntualmente, como algunos pretenden, sus vicios se corresponden con los principios de Huntington. Estos vicios son, en particular, la falta de confianza en la gente (nunca se efectuó una consulta popular en torno al régimen que sucedería a la dictadura: ¿monarquía o república?). Se impuso una constitución sobre la base del todo o nada (no había alternativas). Se desarrolló un chantaje espectacular para imponer la incorporación a la OTAN y a la Unión Europea (“somos euroignorantes” sostiene Monedero). Todos esos vicios sirvieron de justificación a la corrupción, el clientelismo y los crímenes.
Sin embargo, el rasgo esencial de la T.E. fue la supresión del antifascismo, la eliminación del pasado, la brutal censura y represión de los recuerdos relativos a la lucha sangrienta que se había librado contra el movimiento cívico militar que llevó a los 40 años de franquismo. Las clases dominantes en España están decididas a mantener obliterado el pasado casi a cualquier costo.
A setenta y cinco años de la Guerra Civil no se han ajustado cuentas y ese es el cimiento más débil de la democracia hispánica. A pesar de la T.E. como continuidad atemperada del franquismo el país tropieza una y otra vez con los vicios de su democracia. Los que se la jugaron por la libertad, los defensores de la República, los que se enfrentaron al fascismo no solamente en España sino después en el maquis de la Resistencia francesa, en Yugoeslavia, en Rusia, fueron transformados en no personas. Son parte del relato ocultado.
Lo que es peor, a alguno se le ocurrió hacer desfilar a un veterano de las Brigadas Internacionales, un extranjero que luchó contra los fascistas en la Guerra Civil Española, junto con un antiguo integrante de la División Azul que Franco mandó a combatir a la URSS, encuadrada en la Wehrmacht.
Hicimos presión pero después nos desactivamos – dice Monedero – refiriéndose a los años clave de la T.E. Entre 1973-1976 (Franco murió en 1975) se registró el mayor periodo de huelgas y movilizaciones populares en España por lo que se ha dicho que el dictador murió en la cama pero el franquismo murió en la calle. Pese a esto la T.E. fue el producto de acuerdos cupulares.
Monedero ilustra sus tesis apelando al humorismo y en especial a uno de los más grandes de todos los tiempos, Gila [8]. En una de su viñetas aparece un hombre en silla de ruedas que le dice a su interlocutor “yo era muy de izquierdas pero desde que quede paralítico soy inmovilista”. Entre tanto  dice el autor “seguimos celebrando sinvergüenzas”.



[1] Monedero, Juan Carlos (2014) “Suárez en el país de los pícaros”. En : Brecha, 28 de marzo de 2014, p.35; Montevideo.
[2] Puede vérselo en You Tube en polémica televisiva con periodistas derechistas españoles de ABC y El Mundo.
[3] Monedero, Juan Carlos (2013) La Transición contada a nuestros padres. Nocturno de la democracia española. Catarata; Madrid. (2da edición).
[4] www.juancarlosmonedero.org
[5] En adelante emplearemos la Transición Española con mayúsculas o utilizando la sigla T.E.

[6] Ver el blog Maremagnum de Quisicosillas: PSOE: 100 años de honradez y 40 de vacaciones .

[7] Colomer, Josep Ma. (1998) La transición española: el modelo español; Barcelona, Anagrama (p.181).
[8] Miguel Gila (1919-2001) actor, humorista, dibujante, madrileño. Algunos de sus monólogos más famosos pueden verse en You Tube.

domingo, 16 de marzo de 2014

Muñecas, modelos y embaucamiento



ATOMIZACIÓN DEL SEXO, ANOREXIA EXTREMA Y EMBAUCAMIENTO
Como un juguete sexual alemán se transformó en la muñeca más famosa del mundo, paradigma de anorexia y frivolidad, y como esta fue corporizada por una modelo asexuada que el bisturí y el photoshop han transformado en maestra espiritual, afiche del ayuno mortal y peligrosa embaucadora.
Lic. Fernando Britos V.
A mediados del siglo pasado, un dibujante alemán produjo una caricatura para la primera plana del Bild Zeitung, una pícara secretaria llamada Bild Lilli que se popularizó apareciendo cada día con un chiste relativo a su relación con los hombres[1]. Esta figura de historieta pronto se transformó en un juguete sexual, una muñeca rubia con cola de caballo, que se vendía en distintos tamaños para uso adulto, inclusive bajo forma de muñeca inflable provista de orificios adecuados con fines masturbatorios. Ruth Handler, la esposa de uno de los fundadores de Mattel, la gigantesca empresa juguetera californiana (fundada en 1945), descubrió a Lilli durante uno de sus viajes y así nació la Barbie (abreviatura de Bárbara, nombre de la hija de la empresaria).
En la década iniciada en 1950 había comenzado un rápido proceso de transformación en el mundo de las muñecas. Los bebotes que durante mucho tiempo habían sido la norma se transformaron paulatinamente en réplicas de niñas algo mayores o mujercitas con cuerpos y extremidades que no incluían las características sexuales de mujeres adultas. En este tipo de muñecas había adquirido un enorme potencial de mercadeo le venta de un vestuario diverso y sus accesorios que se popularizó, desde siglos anteriores, a partir de modestas muñecas impresas sobre papel o cartón cuyas ropas recortadas se fijaban a voluntad mediante pestañas.
En marzo de 1959 la Barbie fue lanzada oficialmente al mercado. Dos años después desapareció Lilli, su predecesora germana, pues Mattel había adquirido sus derechos y la eliminó. El resto de la historia es conocido, la muñeca sexuada que se convirtió en uno de los íconos del siglo XX. Sus formas modélicas produjeron ventas de miles de millones de ejemplares y la más enorme variedad de vestuario, accesorios, vehículos, escenografías, atuendos especiales, bisutería, menaje, que respondieron al mundo globalizado y a la difusión de un tipo femenino notoriamente artificial.
Desde el punto de vista juguetero, la Barbie adoptó la escala 1/6. Cada centímetro de la muñeca debe corresponder, supuestamente, a seis de un cuerpo real en todas sus dimensiones. La estilización que nació del dibujo ha sufrido bastantes cambios pero siempre para potenciar una modelización sexual femenina cada vez más distante de las obesas estadounidenses. Uno de ellos fue cierto engrosamiento de la cintura de avispa original para intentar amortiguar las críticas que conllevaba un modelo tan drástico como irreal y peligroso.
La transición del dibujo alemán a la muñeca Lilli ya había facilitado esta adaptación de la realidad al mercadeo. Esta transición habría resultado imposible si alguien hubiese tomado como modelo los dibujos del argentino Guillermo Divito en Rico Tipo[2] aunque las ropas con que el dibujante argentino investía a sus Chicas tuvieron una influencia importante en la moda, sobre todo en Buenos Aires y en la década de los sesenta. Los jóvenes porteños de ambos sexos querían vestirse como los personajes del dibujante.
Afortunadamente muy pocas mujeres pretendieron transformarse en una chica de Divito mediante la cirugía lo que si ha sucedido en el caso de la Barbie. La muñeca más famosa del mundo se transformó en un modelo tridimensional para las niñas, pre adolescentes y adolescentes, modelos y publicistas. Las críticas son conocidas: la vinculación del modelo con la anorexia y otras patologías de tipo esquizoide y obsesivo-compulsivo, la estupidización y el consumismo en niñas, niños y adolescentes, la promoción de estereotipos prejuiciosos, racistas y discriminadores varios, la hipersexualización de la infancia, el desarrollo de gigantescas guerras de mercadeo, etc.
Volviendo a la escala 1/6 hay que señalar que las medidas de una Barbie actual, por lo menos de una de las versiones más difundidas, trasladadas a una mujer de carne y hueso dan como resultado una altura de 1, 79 mts., un peso de alrededor de 48 kilos y unas medidas de busto cintura y caderas de 95-45-82. El cuerpo de las mujeres de carne y hueso ha ido cambiando en casi todo el mundo pero la moda sigue planteando tipos cada vez más distantes de la realidad. La Miss Suecia de 1951 medía 1,58 mts. y pesaba 60 kilos, pero en 1983 ya medía 1,79 mts. y pesaba 44 kilos. En la década de los noventa la mujer estadounidense promedio pesaba un 8% más que las modelos de pasarela pero actualmente,  comida chatarra mediante, las féminas del común pesan un 23% más y la distancia sigue aumentando.
Sin embargo, las modelos típicas de hoy parecen informes comparadas con la Barbie y reproducir las proporciones de la muñeca en una mujer requiere no solamente cierto punto de partida antropométrico, ubicado en una talla por encima del promedio a los 18 o 19 años de edad, sino una dieta brutalmente hipocalórica, cirugía intensiva y otros recursos tecnológicos. Cualquiera de esos procedimientos, por si solo, es capaz de hacer inviable la vida o de causar considerables trastornos psicofísicos.
El caso de Ken, el muñeco que representa al novio de la famosa Barbie, puede ser replicado por algunos físicoculturistas que dediquen su vida a conseguir y mantener, durante unos pocos años, una apariencia similar aunque una muerte prematura como la del chocolatero Ricardo Fort es un resultado altamente probable.
En el caso de las mujeres la corporización de la muñeca requiere someterse a manipulaciones mayores. Los implantes de silicona en los senos, la extirpación de un par de costillas y los retoques faciales y corporales son de rigor para conseguir las medidas deseadas pero la disminución del abdomen puede requerir acortamiento quirúrgico del intestino y modificaciones óseas (como las destinadas a alargar las piernas) y de las masas musculares, que son capaces de producir efectos contraproducentes e irreversibles. De este modo, una “Barbie viviente” sufriría una serie de desórdenes producto de la desnutrición, diarrea crónica y amenorrea como resultado de los desarreglos en la homeostasis hormonal.
El 23 de agosto de 1985 nació Valeria Lukyanova una modelo ucraniana que en el 2007 ganó un concurso de belleza que la lanzó a la fama por su cultivado parecido con la muñeca Barbie. A ciertas condiciones originales, Valeria agregó maquillaje, cuidado photoshop y lentes de contacto para tornar sus ojos verdes al azul celeste de la muñeca y asegura en forma muy poco creíble que su apariencia se debe exclusivamente al implante de silicona en senos, dieta rigurosa y ejercicio. El parecido entre esta mujer y la muñeca fashion es muy grande lo que disimula que sus medidas no coincidan exactamente con las del modelo. En efecto, es un poco baja y menuda: mide 1,70 mts., pesa 42 kilos y sus medidas son 86 - 46 – 86.
La ucraniana se presenta no como modelo estético sino como “maestra espiritual” especializada en viajes astrales, reencarnaciones y una serie de paparruchas New Age que tomaron prestadas del jainismo[3]. El pasado 28 de febrero anunció que se estaba preparando para vivir exclusivamente de la luz solar y el aire sin ingerir comida ni bebida alguna, pasando así del crudivorismo al respiracionismo (breatharianism, en inglés).
Valeria, casada con el hombre de negocios Dimitri Shkrabov con quien vive como hermano y hermana en Odessa, mantiene una relación abierta y asexuada. Practica la “vida natural” y el montañismo, no tiene hijos y no piensa tenerlos porque “no tiene instintos animales”. Asegura que su madre la introdujo en los viajes astrales y ofrece a quienes se anoten en sus cursos un camino ascético a la felicidad: cuanto menos coman y menos hagan el amor tanto mejor.
Como es lógico Valeria es, sobre todo, un fenómeno propio de Internet. Hoy en día anda por el millón de seguidores en Facebook, más de 350.000 en la red social rusa VK y los videos en YouTube que promueven su imagen (entre los cuales ha subido cien canciones) fueron vistos más de 30 millones de veces. Es cierto que esas cifras, que pueden ser engrosadas mediante un operativo de mercadeo o comprando adhesiones, no significan que sus “enseñanzas espirituales” conciten muchos seguidores.
En todo caso, Valeria no es original. Ha atomizado el sexo, no es una mujer sino un ser astral y ahora ha adoptado un curso peligroso. No para ella pues la comunidad científica sabe que su ayuno extremo, su anorexia, su inedia o como quiera llamársele, no podrá prolongarse por mucho tiempo sin que requiera atención debido a una falla renal masiva o a un paro cardio-respiratorio. En el pasado, ha habido una media docena de muertes reportadas de fanáticos respiracionistas durante ayunos extremos. Es posible que personas con graves afecciones psicológicas sigan su ejemplo y sufran las consecuencias.
Se puede anticipar que una figura tan mediática y producida, como Valeria Lukyanova no perecerá. Ella pertenece a la categoría de embaucadores como la australiana Ellen Greve, alias Jasmuheen, quien asegura que hace veinte años vive de prana, la fuerza universal de la vida, sin ingerir alimentos. Esta señorea es autora de un libro cuyo título preconiza que la luz es “una fuente de nutrición para el nuevo milenio” e incluye un programa de tres semanas para impedir el envejecimiento y alcanzar la inmortalidad al vivir únicamente de ella. Para asistir a sus seminarios hay que pagar una matrícula de dos mil dólares. El único periodo de ayuno controlado por un médico fue de cuatro días, al cabo de los cuales el Presidente de la Asociación Médica de Queensland le prohibió continuarlo. Tres de sus seguidores han muerto ayunando según su método.
Otro chanta peligroso que antecede a la Lukyanova es el estadounidense Wiley Brooks que dirige el Instituto Respiracionista de América. Brooks sostiene que no necesitamos comer, beber o dormir y organiza talleres para enseñar a las personas el arte de vivir del aire. Comenzó cobrando una matrícula de 500 dólares y hace cuatro años ya estaba cobrando cien mil dólares por un taller completo.
En la India, un ingeniero jubilado, Hira Ratan Manek, asegura que vive de agua hervida y energía del sol porque ha transformado su cuerpo en un panel fotovoltaico. Manek es seguidor de un culto dirigido por Tapaswi Palden Dorie cuyos seguidores aseguran que no ha comido ni bebido agua desde el 6 de noviembre de 2005 cuando fue mordido por una serpiente venenosa. Desde entonces el gurú está iluminado y se dice que medita inmóvil bajo un árbol en aras de la paz mundial. No solamente no come ni bebe sino que no hace sus necesidades.
La lista de casos es larga. Ninguno de los respiracionistas o jainitas se ha sometido a condiciones experimentales y muchos han sido descubiertos dándose atracones de bebida y comida a escondidas. Ahora la “Barbie viviente” desfilará en la pasarela de los embaucadores.  




[1] Un ejemplo típico era un cuadro en el que un policía le decía a Lilli, en la playa, que los bikinis de dos piezas estaban prohibidos, a lo que ella respondía: “ bien ¿entonces qué parte quiere que me quite?”
[2] Guillermo Divito (1914 – 1969) había comenzado a dibujar sus “Chicas” en Patoruzú, en 1936, y su auge fue contemporáneo a la Bild Lilli. Las Chicas de Divito se caracterizan por su físico sensual y ultra estilizado, de pequeñísima cintura y amplias caderas, busto prominente y elevado, largas y muy bien torneadas piernas de tobillos finísimos. Sus rostros tenían enormes y vivaces ojos, con largas pestañas y cejas muy marcadas, labios gruesos y sensuales y nariz mínima. Con conocimiento o sin él, los diseñadores estadounidenses, italianos y japoneses siguieron sus pasos.
[3] El jainismo es una religión con antecedentes remotos (s. VIII a.n.e.) que fue rival del budismo en el norte de la India. Se trata de una versión reformada y fundamentalista del hinduismo brahamánico basada en el ascetismo extremo y las mortificaciones heroicas que llegan a la muerte por inanición.