domingo, 16 de marzo de 2014

Muñecas, modelos y embaucamiento



ATOMIZACIÓN DEL SEXO, ANOREXIA EXTREMA Y EMBAUCAMIENTO
Como un juguete sexual alemán se transformó en la muñeca más famosa del mundo, paradigma de anorexia y frivolidad, y como esta fue corporizada por una modelo asexuada que el bisturí y el photoshop han transformado en maestra espiritual, afiche del ayuno mortal y peligrosa embaucadora.
Lic. Fernando Britos V.
A mediados del siglo pasado, un dibujante alemán produjo una caricatura para la primera plana del Bild Zeitung, una pícara secretaria llamada Bild Lilli que se popularizó apareciendo cada día con un chiste relativo a su relación con los hombres[1]. Esta figura de historieta pronto se transformó en un juguete sexual, una muñeca rubia con cola de caballo, que se vendía en distintos tamaños para uso adulto, inclusive bajo forma de muñeca inflable provista de orificios adecuados con fines masturbatorios. Ruth Handler, la esposa de uno de los fundadores de Mattel, la gigantesca empresa juguetera californiana (fundada en 1945), descubrió a Lilli durante uno de sus viajes y así nació la Barbie (abreviatura de Bárbara, nombre de la hija de la empresaria).
En la década iniciada en 1950 había comenzado un rápido proceso de transformación en el mundo de las muñecas. Los bebotes que durante mucho tiempo habían sido la norma se transformaron paulatinamente en réplicas de niñas algo mayores o mujercitas con cuerpos y extremidades que no incluían las características sexuales de mujeres adultas. En este tipo de muñecas había adquirido un enorme potencial de mercadeo le venta de un vestuario diverso y sus accesorios que se popularizó, desde siglos anteriores, a partir de modestas muñecas impresas sobre papel o cartón cuyas ropas recortadas se fijaban a voluntad mediante pestañas.
En marzo de 1959 la Barbie fue lanzada oficialmente al mercado. Dos años después desapareció Lilli, su predecesora germana, pues Mattel había adquirido sus derechos y la eliminó. El resto de la historia es conocido, la muñeca sexuada que se convirtió en uno de los íconos del siglo XX. Sus formas modélicas produjeron ventas de miles de millones de ejemplares y la más enorme variedad de vestuario, accesorios, vehículos, escenografías, atuendos especiales, bisutería, menaje, que respondieron al mundo globalizado y a la difusión de un tipo femenino notoriamente artificial.
Desde el punto de vista juguetero, la Barbie adoptó la escala 1/6. Cada centímetro de la muñeca debe corresponder, supuestamente, a seis de un cuerpo real en todas sus dimensiones. La estilización que nació del dibujo ha sufrido bastantes cambios pero siempre para potenciar una modelización sexual femenina cada vez más distante de las obesas estadounidenses. Uno de ellos fue cierto engrosamiento de la cintura de avispa original para intentar amortiguar las críticas que conllevaba un modelo tan drástico como irreal y peligroso.
La transición del dibujo alemán a la muñeca Lilli ya había facilitado esta adaptación de la realidad al mercadeo. Esta transición habría resultado imposible si alguien hubiese tomado como modelo los dibujos del argentino Guillermo Divito en Rico Tipo[2] aunque las ropas con que el dibujante argentino investía a sus Chicas tuvieron una influencia importante en la moda, sobre todo en Buenos Aires y en la década de los sesenta. Los jóvenes porteños de ambos sexos querían vestirse como los personajes del dibujante.
Afortunadamente muy pocas mujeres pretendieron transformarse en una chica de Divito mediante la cirugía lo que si ha sucedido en el caso de la Barbie. La muñeca más famosa del mundo se transformó en un modelo tridimensional para las niñas, pre adolescentes y adolescentes, modelos y publicistas. Las críticas son conocidas: la vinculación del modelo con la anorexia y otras patologías de tipo esquizoide y obsesivo-compulsivo, la estupidización y el consumismo en niñas, niños y adolescentes, la promoción de estereotipos prejuiciosos, racistas y discriminadores varios, la hipersexualización de la infancia, el desarrollo de gigantescas guerras de mercadeo, etc.
Volviendo a la escala 1/6 hay que señalar que las medidas de una Barbie actual, por lo menos de una de las versiones más difundidas, trasladadas a una mujer de carne y hueso dan como resultado una altura de 1, 79 mts., un peso de alrededor de 48 kilos y unas medidas de busto cintura y caderas de 95-45-82. El cuerpo de las mujeres de carne y hueso ha ido cambiando en casi todo el mundo pero la moda sigue planteando tipos cada vez más distantes de la realidad. La Miss Suecia de 1951 medía 1,58 mts. y pesaba 60 kilos, pero en 1983 ya medía 1,79 mts. y pesaba 44 kilos. En la década de los noventa la mujer estadounidense promedio pesaba un 8% más que las modelos de pasarela pero actualmente,  comida chatarra mediante, las féminas del común pesan un 23% más y la distancia sigue aumentando.
Sin embargo, las modelos típicas de hoy parecen informes comparadas con la Barbie y reproducir las proporciones de la muñeca en una mujer requiere no solamente cierto punto de partida antropométrico, ubicado en una talla por encima del promedio a los 18 o 19 años de edad, sino una dieta brutalmente hipocalórica, cirugía intensiva y otros recursos tecnológicos. Cualquiera de esos procedimientos, por si solo, es capaz de hacer inviable la vida o de causar considerables trastornos psicofísicos.
El caso de Ken, el muñeco que representa al novio de la famosa Barbie, puede ser replicado por algunos físicoculturistas que dediquen su vida a conseguir y mantener, durante unos pocos años, una apariencia similar aunque una muerte prematura como la del chocolatero Ricardo Fort es un resultado altamente probable.
En el caso de las mujeres la corporización de la muñeca requiere someterse a manipulaciones mayores. Los implantes de silicona en los senos, la extirpación de un par de costillas y los retoques faciales y corporales son de rigor para conseguir las medidas deseadas pero la disminución del abdomen puede requerir acortamiento quirúrgico del intestino y modificaciones óseas (como las destinadas a alargar las piernas) y de las masas musculares, que son capaces de producir efectos contraproducentes e irreversibles. De este modo, una “Barbie viviente” sufriría una serie de desórdenes producto de la desnutrición, diarrea crónica y amenorrea como resultado de los desarreglos en la homeostasis hormonal.
El 23 de agosto de 1985 nació Valeria Lukyanova una modelo ucraniana que en el 2007 ganó un concurso de belleza que la lanzó a la fama por su cultivado parecido con la muñeca Barbie. A ciertas condiciones originales, Valeria agregó maquillaje, cuidado photoshop y lentes de contacto para tornar sus ojos verdes al azul celeste de la muñeca y asegura en forma muy poco creíble que su apariencia se debe exclusivamente al implante de silicona en senos, dieta rigurosa y ejercicio. El parecido entre esta mujer y la muñeca fashion es muy grande lo que disimula que sus medidas no coincidan exactamente con las del modelo. En efecto, es un poco baja y menuda: mide 1,70 mts., pesa 42 kilos y sus medidas son 86 - 46 – 86.
La ucraniana se presenta no como modelo estético sino como “maestra espiritual” especializada en viajes astrales, reencarnaciones y una serie de paparruchas New Age que tomaron prestadas del jainismo[3]. El pasado 28 de febrero anunció que se estaba preparando para vivir exclusivamente de la luz solar y el aire sin ingerir comida ni bebida alguna, pasando así del crudivorismo al respiracionismo (breatharianism, en inglés).
Valeria, casada con el hombre de negocios Dimitri Shkrabov con quien vive como hermano y hermana en Odessa, mantiene una relación abierta y asexuada. Practica la “vida natural” y el montañismo, no tiene hijos y no piensa tenerlos porque “no tiene instintos animales”. Asegura que su madre la introdujo en los viajes astrales y ofrece a quienes se anoten en sus cursos un camino ascético a la felicidad: cuanto menos coman y menos hagan el amor tanto mejor.
Como es lógico Valeria es, sobre todo, un fenómeno propio de Internet. Hoy en día anda por el millón de seguidores en Facebook, más de 350.000 en la red social rusa VK y los videos en YouTube que promueven su imagen (entre los cuales ha subido cien canciones) fueron vistos más de 30 millones de veces. Es cierto que esas cifras, que pueden ser engrosadas mediante un operativo de mercadeo o comprando adhesiones, no significan que sus “enseñanzas espirituales” conciten muchos seguidores.
En todo caso, Valeria no es original. Ha atomizado el sexo, no es una mujer sino un ser astral y ahora ha adoptado un curso peligroso. No para ella pues la comunidad científica sabe que su ayuno extremo, su anorexia, su inedia o como quiera llamársele, no podrá prolongarse por mucho tiempo sin que requiera atención debido a una falla renal masiva o a un paro cardio-respiratorio. En el pasado, ha habido una media docena de muertes reportadas de fanáticos respiracionistas durante ayunos extremos. Es posible que personas con graves afecciones psicológicas sigan su ejemplo y sufran las consecuencias.
Se puede anticipar que una figura tan mediática y producida, como Valeria Lukyanova no perecerá. Ella pertenece a la categoría de embaucadores como la australiana Ellen Greve, alias Jasmuheen, quien asegura que hace veinte años vive de prana, la fuerza universal de la vida, sin ingerir alimentos. Esta señorea es autora de un libro cuyo título preconiza que la luz es “una fuente de nutrición para el nuevo milenio” e incluye un programa de tres semanas para impedir el envejecimiento y alcanzar la inmortalidad al vivir únicamente de ella. Para asistir a sus seminarios hay que pagar una matrícula de dos mil dólares. El único periodo de ayuno controlado por un médico fue de cuatro días, al cabo de los cuales el Presidente de la Asociación Médica de Queensland le prohibió continuarlo. Tres de sus seguidores han muerto ayunando según su método.
Otro chanta peligroso que antecede a la Lukyanova es el estadounidense Wiley Brooks que dirige el Instituto Respiracionista de América. Brooks sostiene que no necesitamos comer, beber o dormir y organiza talleres para enseñar a las personas el arte de vivir del aire. Comenzó cobrando una matrícula de 500 dólares y hace cuatro años ya estaba cobrando cien mil dólares por un taller completo.
En la India, un ingeniero jubilado, Hira Ratan Manek, asegura que vive de agua hervida y energía del sol porque ha transformado su cuerpo en un panel fotovoltaico. Manek es seguidor de un culto dirigido por Tapaswi Palden Dorie cuyos seguidores aseguran que no ha comido ni bebido agua desde el 6 de noviembre de 2005 cuando fue mordido por una serpiente venenosa. Desde entonces el gurú está iluminado y se dice que medita inmóvil bajo un árbol en aras de la paz mundial. No solamente no come ni bebe sino que no hace sus necesidades.
La lista de casos es larga. Ninguno de los respiracionistas o jainitas se ha sometido a condiciones experimentales y muchos han sido descubiertos dándose atracones de bebida y comida a escondidas. Ahora la “Barbie viviente” desfilará en la pasarela de los embaucadores.  




[1] Un ejemplo típico era un cuadro en el que un policía le decía a Lilli, en la playa, que los bikinis de dos piezas estaban prohibidos, a lo que ella respondía: “ bien ¿entonces qué parte quiere que me quite?”
[2] Guillermo Divito (1914 – 1969) había comenzado a dibujar sus “Chicas” en Patoruzú, en 1936, y su auge fue contemporáneo a la Bild Lilli. Las Chicas de Divito se caracterizan por su físico sensual y ultra estilizado, de pequeñísima cintura y amplias caderas, busto prominente y elevado, largas y muy bien torneadas piernas de tobillos finísimos. Sus rostros tenían enormes y vivaces ojos, con largas pestañas y cejas muy marcadas, labios gruesos y sensuales y nariz mínima. Con conocimiento o sin él, los diseñadores estadounidenses, italianos y japoneses siguieron sus pasos.
[3] El jainismo es una religión con antecedentes remotos (s. VIII a.n.e.) que fue rival del budismo en el norte de la India. Se trata de una versión reformada y fundamentalista del hinduismo brahamánico basada en el ascetismo extremo y las mortificaciones heroicas que llegan a la muerte por inanición.

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