El
desarrollo de la psiquiatría social, sus pioneros y sus perpetradores. El papel
del editor J.F. Lehmann en la difusión de ideas que condujeron a los crímenes
del nazismo.
PSIQUIATRÍA Y PSICOLOGÍA
ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DEL NAZISMO
Fernando
Britos V.
¿Quiénes están familiarizados con el papel
jugado por Julius Friedrich Lehmann[1]
y su editorial en la emergencia de la psiquiatría social en Alemania y su
desarrollo posterior en el sistema psiquiátrico del nazismo? ¿Qué tipo de
ideología sustentó este hombre? ¿Quiénes eran sus amigos? ¿Cuáles de sus tesis han
sobrevivido?
No
son preguntas que corrientemente se formulen y paradojalmente no suelen
plantearse en el ámbito académico. Esto se debe el trabajo que ha hecho o ha
dejado de hacer la mayoría de los historiadores de la medicina, sostiene Peter
Lehmann[2]
(sin relación alguna con J.F.Lehmann) en un artículo titulado “El editor J.F. Lehmann como promotor de la
psiquiatría social bajo el fascismo”[3].
La
mayoría de los historiadores de las ciencias de la salud ubican la
responsabilidad por los horrores social-psiquiátricos en Alemania
exclusivamente en Adolf Hitler y los dirigentes nazis. Al hacer esto no
contribuyen a esclarecer los orígenes de la psiquiatría social y por el
contrario encubren sus efectos como catalizador y como condición previa en la
comisión de los crímenes de lesa humanidad que caracterizaron al Tercer Reich.
Existe
una diferencia entre la orientación eugenésica de las concepciones social-psiquiátricas
de aquellas épocas y sus variantes actuales. Hoy en día, la psiquiatría social
puede ser vista como una corriente que aborda primordialmente la detección
temprana de las desviaciones micro-políticas, el registro de “casos” y el tratamiento
psicofarmacológico.
En
estos tiempos, la psiquiatría social ha dejado de lado las concepciones
antisemitas con las que antes estaba comprometida. Sin embargo, no ha
abandonado sus premisas genéticas sino que les ha restado énfasis en respuesta
al espíritu de los tiempos actuales. La creencia acerca de la influencia
determinante y omnipotente de los factores genéticos está oculta ahora en el
constructo “multifactorial” de la “enfermedad psiquiátrica”.
Por
ende la práctica social-psiquiátrica actual hace énfasis en el papel
terapéutico de las sustancias bioquímicas, en particular de las drogas
neurolépticas (llamadas medicamentos anti-psicóticos). Esto sucede a pesar de
los efectos secundarios, adicciones y daños permanentes que acarrea su
administración aún durante cortos periodos. La psiquiatría social actual se
presenta bajo una apariencia renovadora tal como lo hacía durante la época de
auge de la eugenesia. Un ejemplo de esto es su actitud crítica hacia la
psiquiatría institucional que parece reflejar el deseo común de rebajar los costos
de atención de los pacientes. La psiquiatría social suele abogar por el uso de
sustancias depot[4]
para “mantener” a las víctimas de la psiquiatría fuera de las instituciones, en
otros ámbitos de contención, lo que permite explotarlos en empresas de
auto-ayuda creadas por profesionales desocupados o afectos a estos negocios
privados.
Entre
tanto, estas víctimas han permanecido esencialmente incambiadas desde hace más
de un siglo: son personas que presentan inquietantes formas de vivir y de
pensar, que se resisten a integrarse a formas de vivir definidas por las
fuerzas del mercado (y el consumo) y cuyas angustias, desesperación, rechazo a
comunicarse, sentimientos persecutorios, euforia, impulsos autodestructivos,
etc. se han sometido a una sistemática y costosa incomprensión.
Cuando
se observa el contexto en el cual el todavía respetado Emil Kraepelin[5]
y sus sucesores desarrollaron su programa de psiquiatría social, desde fines
del siglo XIX, se hace patente la razón por la que la moderna psiquiatría
social ha ocultado sus raíces racistas, nacionalistas, militaristas y
antisemitas.
Para
reducir la incidencia de la locura, Kraepelin empezó a recomendar una
intervención despiadada en la vida de las personas ya en 1918. En noviembre de
1920 dio una conferencia en el Departamento de Genealogía y Demografía del
Instituto de Investigación Psiquiátrica con sede en Munich. En la misma reclamó
una ampliación de la práctica psiquiátrica para intervenir contra todas las
formas posibles de decadencia moral, contra la falta de una dirección clara y
uniforme de los sentimientos, los pensamientos y las acciones y contra el
“internacionalismo” (término con el que identificaba al marxismo). Esta
operación fue denominada por Kraepelin como “psiquiatría social”, una forma de
colonización interna.
Para
ciertos psiquiatras europeos, especialmente alemanes y suizos, el desarrollo de
una psiquiatría social parecía necesario sobre el fin de la Primera Guerra
Mundial. Los soldados mentalmente enfermos, es decir aquellos que tenían
sentimientos anti-militaristas o anti bélicos, los indisciplinados, eran
considerados como los responsables de la derrota y de la paz miserable que
había culminado en el Tratado de Versalles.
Políticos
que ellos consideraban “mentalmente enfermos” como Rosa Luxemburgo[6],
Karl Liebnecht[7],
Erich Müsham[8] y
Ernest Toller[9]
frecuentemente eran identificados con los judíos y las fuerzas decadentes del
internacionalismo. En 1919 un colega de Kraepelin planteaba que las relaciones
de poder debían ser protegidas de los mentalmente enfermos mediante
instituciones y acciones psiquiátricas preventivas para tratar terapéuticamente
las “tendencias psicopáticas”.
Las
grandes empresas industriales alemanas pronto empezaron a apoyar la psiquiatría
social acuñada por Kraepelin. Krupp von Bohlen und Halbach siguió una
sugerencia suya y financió el Instituto de Investigación de Rüdin. El magnate
Fritz Thyssen participó en la Comisión de Expertos en Población y Ética
Política que también integraron Himmler, Rüdin y Ploetz.
La
confluencia de la psiquiatría con el nacionalsocialismo durante la República de
Weimar fue programada de antemano. Dondequiera que se empezó a promover el
pensamiento psiquiátrico también se desarrollaron formas “sociales” de
intervención, que estaban políticamente motivadas: por ejemplo, la
esterilización, la castración y la “eutanasia”. Este no fue un fenómeno exclusivamente
suizo o alemán. Gran Bretaña, los Estados Unidos, los países escandinavos,
influenciados por teorías científicas pragmatistas y conductistas también
fueron afectados por estos desarrollos.
En
esa época, Alemania y Suiza eran considerados como los países psiquiátricamente
más adelantados. En el Uruguay, a pesar de la influencia algo mayor de la
psiquiatría francesa, las tesituras de los galenos germano parlantes eran
estudiadas con interés reverencial, sobre todo en lo relativo a sus minuciosos
esfuerzos en materia de taxonomía nosológica y sus concepciones eugenésicas.
Psiquiatras
suizos como Eugen Bleuler[10]
y Auguste Forel[11] tuvieron
incidencia en la puesta en práctica de los crímenes de la social-psiquiatría
durante el nazismo. De todos modos, más allá de estos hechos, hay un individuo
que merece una consideración especial debido al papel que desempeñó en la
diseminación y articulación de las ideas social-psiquiátricas, desde fines del
siglo XIX: se trata de Julius Friedrich Lehmann.
Mucho
antes de 1933 muchos psiquiatras venían desarrollando y difundiendo
concepciones pseudocientíficas racistas y clasistas que se apoyaban en la
psicología experimental y la psicobiología alemanas. El nombre de J.F. Lehmann
ocupa un lugar central entre los promotores de la psiquiatría social a lo largo
de esos tempranos años. Nacido en 1864, en Zurich, cuarto hijo de un matrimonio
alemán, Julius se trasladó a Munich y abrió, en 1890, una editorial, fundó una
librería médica y simultáneamente se convirtió en el editor del Münchener Medizinische Wochenschrift (el
Semanario Médico Muniqués). J.F. Lehmann se aseguró de que la regla no escrita
del MMW se cumpliera estrictamente: ningún
judío podía ser admitido en el comité editorial. Esto no fue óbice para que los
reputados doctores de “pura raza aria” siguieran favoreciendo al semanario con
sus contribuciones.
Lehmann
no solamente consideraba sus publicaciones como “trincheras ideológicas” sino
que participaba activamente en la lucha política. Trabajó y editó para varias
organizaciones racistas, nacionalistas y de ultra derecha: la Sociedad Thule,
la Sociedad por la Eugenesia, la Asociación Evangélica, la Tropa de Protección
y Resistencia del Pueblo Alemán, los Freikorps de Von Epp y finalmente el
Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) al cual se
afilió.
Los
analistas han llegado a la conclusión que Lehmann se encontraba en una posición
única al conjugar la prensa y su influencia personal en el seno de las
organizaciones derechistas para alcanzar un impacto máximo. Otros ideólogos
racistas no podrían haberlo hecho mejor. Conectó las actividades personales,
publicitarias y de grupo con la operación política mediante la que Hitler
consiguió aglutinar a las fuerzas oscuras que existían en Alemania. Es muy
posible que la actividad de este actor político y su editorial haya jugado un
papel determinante en el hecho que, de todas las profesiones, la medicina fue
la que contó por lejos con la mayor proporción de afiliados al Partido Nazi.
Las
publicaciones militaristas de Lehmann, como el anuario Taschenbuch der Kriegsflote (Manual de las Flotas de Guerra), desde
1906, le produjeron grandes ganancias. Estos trabajos guerreristas eran
ávidamente procurados por quienes seguían la carrera armamentista en que
estaban empeñadas las potencias imperialistas.
En
1917, Lehmann comenzó a editar el periódico político Deutschlands Erneuerung ( La Renovación de Alemania), que pretendía
promover un renacimiento étnico “barriendo a todos los extraños a nuestro
pueblo, todo lo destructivo y lo pérfido” y en el cual expresaba una ferviente
oposición a la “predominancia judeo democrática, el pacifismo y el marxismo”.
Después
de la Primera Guerra Mundial publicó Im
Felde unbesiegt (Invictos en el campo de batalla) y Auf See unbesiegt (Invictos en la guerra naval) que se colocaron
como literatura para la sala de espera de todos los consultorios médicos de
Alemania. Estas publicaciones formaron parte importante de la infame leyenda de
“la puñalada por la espalda” que constituyó el caldo de cultivo para el odio,
el revanchismo y los crímenes inhumanos que se desencadenaron antes y después
de la caída de la República de Weimar.
La
capitulación durante la contienda de 1914-1918 fue exclusivamente resultado de
un pedido desesperado del Alto Mando Alemán (con Ludendorff a la cabeza) ante
la desintegración y derrumbe de sus fuerzas. Sin embargo, los responsables de
la carnicería promovieron una leyenda que sostenía que los militares no habían
sido derrotados en los campos de batalla sino por la traición de la
retaguardia, de los políticos socialdemócratas, los marxistas, los judíos y los
pacifistas, que además habían suscrito el rigurosísimo Tratado de Versalles. De
este modo, el militarismo prusiano que había tirado la toalla para concentrarse
en sofocar la revolución, eludió su responsabilidad en los desastres que había
provocado y creó las condiciones para el surgimiento del nazismo y para volver a
matar.
Lehmann
también hizo mucho dinero publicando varios textos de medicina. La agudeza
mercantil y política del editor contribuyó al éxito de autores como el
psiquiatra Alfred E. Hoche[12].
Pocos años después (en 1920 y en la editorial S. Meisner de Leipzig) ese mismo
sujeto fue coautor, con Karl Binding, de Die
Freigabe der Vernichtung lebensunwerten Lebens (La legalización de la
destrucción de vidas sin valor)[13].
Sus
concepciones políticas reaccionarias hicieron que el millonario editor sufriera
dos breves detenciones: la primera durante la República de Munich[14].
Una vez liberado se unió a las bandas de paramilitares protofascistas y
ultranacionalistas (Freikorps) que ejecutaron sangrienta venganza contra los revolucionarios
espartaquistas y sus seguidores, reales o supuestos. Durante su segundo arresto
fue acusado de sedición contra el gobierno republicano pero sin consecuencias.
Después de este benévolo tratamiento por parte de la justicia continuó su
actividad sin interrupciones.
El 9
de noviembre de 1923, su mansión en Munich, sirvió de base durante el golpe de
Estado que intentó Hitler. En ella, Rudolf Hess y cuarenta de los suyos mantuvieron
secuestrados a ministros del gobierno bávaro. Hitler y Lehmann se encontraron en
los primeros años del movimiento nazi y en 1924 el editor publicó en el Nº8 de
su Deutschlands Erneuerung un
artículo donde aquel justificaba su intento insurreccional y exigía “la
patriótica destrucción de hasta el último marxista”.
En
1933, la Editorial Lehmann publicó la Gesetz
zur Vehrütung erbkranken Nachwuchses (Ley para la prevención de
descendencia de los genéticamente discapacitados) cuyos autores fueron Gütt,
Rüdin y Rüttke, y otros textos similares de la Asociación Médica Alemana que
fueron distribuidos a todo el cuerpo médico.
El
tercer rubro importante de su actividad editorial (además de las obras de
medicina y las militaristas y ultranacionalistas) fue el de la literatura que
promovía la eugenesia y el racismo. Ya en 1909, Lehmann publicó su primer obra
racista. En 1911 publicó el catálogo de la Exposición Internacional de Higiene
que se llevó a cabo en Dresden. En la misma, el psiquiatra suizo Ernst Rüdin,
discípulo de Bleuler y Kraepelin, y Max von Gruber, un médico proponente del
“mejoramiento de la raza”, mantuvieron una sección de eugenesia.
Todos
ellos eran seguidores de Auguste Forel (responsable de la primera
esterilización de pacientes psiquiátricos, en 1892, en el infame manicomio de
Burghölzli[15])
quien permanentemente señalaba que varios líderes de la Comuna de París de
1871, habían terminado sus vidas en manicomios suizos.
El
movimiento eugenicista que promovía el más crudo racismo y clasismo, practicaba
un terrorismo pseudocientífico a propósito de la “degradación de las razas
puras” y contra los movimientos sindicales y políticos que amenazaran el statu
quo. El grupo de amigos, patrocinadores y protegidos de Lehmann incluía a Max
von Gruber[16],
Kraepelin, Ernst Rüdin[17]
y Alfred Ploetz, en una primera instancia. Más adelante se sumaron Fritz Lenz[18],
Erwin Baur[19] y
Eugen Fischer[20].
Bleuler
fue parcialmente cómplice en los crímenes de sus colegas desde que había
declarado que los pacifistas que se oponían a la Primera Guerra Mundial eran
agitadores irresponsables y se había encargado de mantenerlos internados en el
manicomio Burghölzli. Uno de sus ayudantes señalaba que esos “pacientes”,
animados por el éxito de la Revolución Rusa de 1917, se habían transformado en “apóstoles
insanos de la paz y opositores a la guerra”. Desde 1923, Bleuler prologó y
elogió las obras de Lenz que propendían francamente al genocidio.
Capitostes
nazis como Arthur Gütt, Walther Darré, Heinrich Himmler y otros, integraron
junto con J.F. Lehmann el comité editorial de Volk und Rasse (Pueblo y Raza) una revista que apareció por primera
vez en 1926. Lehmann fue homenajeado por su copartidarios cuando cumplió 70
años y recibió la condecoración denominada Escudo del Águila del Tercer Reich.
Su empresa siguió funcionando después de 1945 y treinta años más tarde fue
absorbida por otra firma alemana pero las líneas editoriales que cultivó y
especialmente la psiquiatría social han seguido operando hasta la actualidad.
Los
psiquiatras y psicólogos que respaldaron los crímenes del nazismo y muchos de
los que los llevaron a cabo siguieron ejerciendo impunemente hasta su retiro. A
su vez hicieron escuela y sus discípulos están activos, no solamente en
Alemania y Suiza sino en todo el mundo. Esta transición y el rostro actual de
la llamada psiquiatría social que hemos señalado antes serán motivo de
artículos venideros.
[1] Julius Friedrich Lehmann (1864, Zurich – 1935, Munich) editor
de literatura médica y activista político de ultra derecha. Nació en Suiza pero
en 1890 se mudó a Alemania compró, el "Münchener Medizinische
Wochenschrift" revista médica que pronto transformó en la publicación
más difundida. Sus publicaciones difundieron sistemáticamente las ideas que
respaldaron los crímenes nazis, por ejemplo la esterilización forzada de los
“seres inferiores”.
[2] Peter Lehmann (n.1950) editor y autor berlinés referente de
la antipsiquiatría humanística. Creó, en 1986, su propia editorial The Peter Lehmann Publishing House que
no tiene conexión alguna con la industria farmacéutica, con organizaciones
dependientes de ésta, con la Cienciología u otras sectas o dogmatismos de
cualquier tipo. Más allá de la salud nada es más valioso que la libertad y la
independencia sostiene P. Lehmann y los libros que difunde se sustentan en las
convicciones fundamentales que siguen: 1) la psiquiatría, como disciplina
científica no puede hacer justicia a la expectativa de resolver los problemas
mentales que son mayormente de naturaleza social; 2) la propensión de la
psiquiatría a usar la fuerza es una amenaza y 3) sus métodos diagnósticos
obstruyen la visión de los reales problemas de los individuos en la sociedad.
Lehmann es Doctor Honoris Causa de la Universidad de Tesalónica en Grecia y ha
recibido la Orden al Mérito de la República Federal de Alemania, entre otros
reconocimientos internacionales por su obra.
[3] Trabajo
publicado en Changes – An International
Journal of Psychology and Psychotherapy (Inglaterra), Vol.12 (1994), Nº 1,
pp.37-49. Fue traducido del alemán por Peter Stastny
(de Psychologie und Gesellschaftskritik, Vol.18 (1992), N.
62, pp. 69-79.).
[4]
Depot es un término farmacológico que
se aplica a una sustancia que se inyecta o implanta, cuyo principio activo se
libera lentamente a lo largo de días o meses (por extensión se emplea para
efectos de acción gradual, sostenida o retardada).
[5]
Emil Kraepelin
(1856 - 1926) psiquiatra
alemán
considerado como el fundador de la psiquiatría
científica moderna, la psicofarmacología y la genética psiquiátrica y
como principal paladín del positivismo en la ciencia oficial. Kraepelin sostuvo
que las enfermedades psiquiátricas son causadas principalmente por desórdenes biológicos
y genéticos.
Sus teorías y clasificaciones dominaron el campo de la psiquiatría desde
principios del siglo XX.
Se opuso a las concepciones de Sigmund
Freud.
[6]
Rosa Luxemburgo
(1871 – 15 de enero
de 1919),
militó activamente en el Partido Socialdemócrata de Alemania
(SPD), hasta que en 1914 se opuso radicalmente a la Primera Guerra Mundial, por considerarla
un enfrentamiento entre imperialistas. Integró la Liga Espartaquista, origen del Partido Comunista de Alemania (KPD). Tomó
parte en la frustrada revolución de 1919 en Berlín,
aun cuando este levantamiento tuvo lugar en contra de sus consejos. La revuelta
fue sofocada con la intervención del ejército y la actuación de los freikorps
(grupos de paramilitares reclutados entre los excombatientes recién
desmovilizados y pagados por los industriales y banqueros). Cientos de
personas, entre ellas Rosa Luxemburgo, fueron encarceladas,
torturadas
y asesinadas
por dichos grupos.
[7] Karl Liebknecht (1871 - Berlín,
15 de enero
de 1919)
cofundador con Rosa Luxemburgo de la Liga Espartaquista y del Partido Comunista de Alemania. Se opuso a
la Primera Guerra Mundial y participó en el Levantamiento Espartaquista, en 1919. Luxemburgo y
Liebknecht fueron asesinados.
[8]
Erich Kurt
Mühsam (1878 – 1934) escritor, periodista, poeta y dramaturgo. Como actor de cabaret, alcanzó fama internacional
durante los años de la República de Weimar por obras que condenaban el
nazismo y satirizaban la figura de Adolf Hitler,
poco antes de la llegada de este al poder en 1933. Participó en la Revolución alemana de 1918-1919. Murió el
10 de julio de 1934, asesinado por las SS
en el campo de concentración de Oranienburg.
[9]
Ernst Toller
(1893-1939), poeta,
dramaturgo
y revolucionario
alemán
de origen judío.
Participó en la Liga Espartaquista y escribió varias obras
expresionistas. Toller combatió en la Primera Guerra Mundial y terminada la
misma participó en la República Soviética de Baviera.
En 1933,
tras la toma del poder por los nazis, emigró a América del Norte donde se suicidó en 1939.
[10] Paul
Eugen Bleuler (1857- 1939) psiquiatra y psicólogo suizo conocido
por su definición de la esquizofrenia y del autismo como entidades nosológicas.
Durante décadas dirigió el manicomio suizo Burghölzli.
Inicialmente vinculado al desarrollo del psicoanálisis, se separó de Freud e
intentó conciliar las teorías de este con las de Wilhelm Wundt, el psicólogo
experimental alemán. Carl Gustav Jung fue ayudante de Bleuler. En 1935,
Bleluler escribió un ensayo a favor de la eutanasia para aliviar el sufrimiento
individual pero al mismo tiempo argumentaba en contra de la misma para aliviar
penas comunitarias. También produjo un ensayo sobre la “idiocia moral” basado
en un estudio de todos los parlamentos europeos.
[11]
Auguste Forel (1848 - 1931) entomólogo,
neuroanatomista,
sexólogo y psiquiatra
suizo.
Conocido por sus trabajos sobre las hormigas,
fue uno de los pioneros de la sexología y de la lucha contra el alcoholismo.
Profesor en la Universidad de Zurich y director de la clínica psiquiátrica de
1879 a 1898. Principal promotor del eugenismo
en Suiza, practicó esterilizaciones forzadas.
[12] Alfred Erich Hoche
(1865 - 1943) psiquiatra alemán conocido por sus ensayos sobre eugenesia y
eutanasia.
[13] El jurisconsulto Karl Binding (1846-1920) y el psiquiatra Alfred Hoche
(1865-1943) argumentaron en esa
obra favor de la eutanasia de ciertas
poblaciones: los enfermos mentales, los discapacitados físicos y otras, como
genéticamente peligrosas y financieramente onerosas para la sociedad y
ofrecieron un fundamento presuntamente legal y científico para eliminarlos. Su
argumento provocó considerable oposición pero tuvo decisiva influencia en el
desarrollo del programa genocida Aktion T-4 que los nazis llevaron a cabo.
[14]
La República de los Consejos de Baviera o
República Soviética de Baviera
(en alemán: Bayrische Räterepublik, también llamada Münchner
Räterepublik), fue una breve administración revolucionaria que consistía en
una serie de consejos obreros, campesinos
y soldados
federados y un gobierno
coordinador que fue
formada en Baviera,
durante los primeros días de la República de Weimar, tras la derrota del país
en la Primera Guerra Mundial. En abril de 1919 ocurrió el intento de
transformar la República de Baviera, en una administración socialista,
bajo la forma de una "democracia de consejos" al estilo soviético,
después del asesinato del presidente Kurt Eisner
por un ultranacionalista de derechas, en febrero de 1919. Este intento se
mantuvo desde el 7 de abril al 3 de mayo de 1919.
[15]
Hospital Psiquiátrico de la Universidad de Zúrich, localizado en
Burghölzli, una colina boscosa. El manicomio fue construido en 1870. Hasta 1879, el hospital tuvo tres
directores. Todos ellos ejercieron la medicina
desde bases biológicas, con patología cerebral y la fisiología
era el centro de sus investigaciones. Auguste Forel (1848-1931) fue el cuarto
director de Burghölzli, y pasó casi veinte años desempeñando su puesto. Bajo su
mando, el hospital comenzó a ganar reconocimiento como centro de la psiquiatría
clásica. Forel combinó el enfoque de la psiquiatría francesa con la despiadada
orientación biológica del pensamiento psiquiátrico de la escuela alemana. En 1898, Eugene
Bleuler (1857-1939) llegó a ser el
director hasta 1927. Además de Carl Jung, muchos renombrados psiquiatras
pasaron parte de su carrera en Burghölzli, incluyendo, entre otros, a Karl Abraham
(1877-1925), Ludwig
Binswanger (1881-1966), Hermann
Rorschach (1884-1922) y Franz Riklin
(1878-1938).
[16]
Max von Gruber
(1853-1927) psicólogo austríaco que se dedicó a la “higiene racial” y la
sexología. Aunque ideológicamente era derechista y reaccionario, es recordado
por los comentarios racistas que hizo como perito, cuando Hitler fue juzgado
por su intento de golpe de Estado, en 1923.
Describió al futuro Führer así: “era
la primera vez que veía Hitler de cerca.
Rostro y cráneo de tipo inferior, bastardo; frente baja y retrógrada, fea
nariz, amplios pómulos, ojos pequeños, cabello oscuro. Expresión que no
corresponde a un hombre que ejerce autoridad en perfecto autocontrol sino en
excitación delirante. En definitiva una expresión de egotismo satisfecho”.
[17] Ernst Rüdin (1874 – 1952), psiquiatra
y eugenicista suizo que se convirtió en el principal experto y responsable de
las teorías racistas del nazismo. Junto con su cuñado Alfred Ploetz (fanático
de la higiene racial y el darwinismo social) desarrolló el concepto de
“pronóstico genético empírico” de las enfermedades mentales y sobre genética de
la esquizofrenia en 1916. Entre 1917 y
1945 fue Director del Departamento Genealógico- Demográfico del Instituto
Alemán de Investigación Psiquiátrica en Munich. Dirigió uno de las primeras
instituciones de investigación eugenésica (“mejora de la raza”), el Instituto
Kaiser Guillermo, también el Instituto Max Planck de Investigación Cerebral en
Frankfurt y la Sociedad Alemana de Higiene Racial que promovió el genocidio.
Fue uno de los progenitores de la ideología nazi, condecorado por Hitler.
Aunque fue el principal asesorar en la “eliminación de las razas e individuos
inferiores”. Increíblemente apenas fue detenido en 1945 y liberado al año
siguiente por gestiones del Instituto Max Planck. No fue juzgado en Nuremberg,
donde debía habérsele sentenciado a la horca por su terribles crímenes y siguió
ejerciendo tranquilamente hasta su muerte en la República Federal Alemana.
[18] Fritz A Lenz (1887 - 1976) genetista
nazi alemán, especialista en “higiene racial” (eugenesia) durante el Tercer
Reich. Desarrolló el “racismo científico” que sirvió la base al genocidio a
partir de las Leyes de Nuremberg de 1935. Discípulo de Ploetz (el cuñado de
Rüdin) fue el encargado de publicar los “Archivos de Biología Social y Racial”
entre 1913 y 1933. En 1923 fue el primer catedrático de eugenesia en Munich. En
1933 cuando Hitler se hizo del gobierno, Lenz se instaló en Berlín para dirigir
el flamante Departamento de Eugenesia del Instituto Kaiser Guillermo de
Antropología, Herencia Humana y Eugenesia. Se especializó en la trasmisión de
enfermedades hereditarias humanas y “salud racial”. Publicó obra con sus
compinches Baur y Fischer, en 1936. Jugaron un papel preponderante en las
medidas para eliminar a los seres inferiores o “vidas carentes de valor” (Lebensunwertes Leben). Siendo Director
del Instituto Kaiser Guillermo, Lenz se afilió al Partido Nazi en 1937. Después
de la caída del Tercer Reich siguió desempeñándose tranquilamente como Profesor
de Genética de la Universidad de Goettingen (en Baja Sajonia, primero zona de
ocupación británica, después República Federal Alemana). Cuando se le echó en
cara su pasado como criminal nazi insistió en que las teorías eugenésicas
habían sido científicamente comprobadas. Murió en su casa a los 89 años. Debió
haber sido ahorcado en Nuremberg.
[19] Erwin Baur (1875 – 1933) genetista y
botánico alemán considerado como el padre de la herencia de los plástidos y la
virología de las plantas. Su obra racista acerca de los humanos (entre 1921 y
1932) fue inspiración decisiva para las ideas biológicas que Adolf Hitler
incluyó en Mein Kampf.
[20] Eugen Fischer (1874 – 1967) profesor nazi de medicina,
antropología
y eugenesia
(Friburgo, Wurzburgo). Durante la Segunda Guerra Mundial fue el responsable
de la “higiene racial” aplicada para enviar a judíos,
gitanos y prisioneros a los campos de exterminio. También consideraba
racialmente defectuosos a los bastardos y a los enfermos mentales. Después de
la caída del Tercer Reich continuó tranquilamente con su carrera académica y
murió en su casa a pocos días de cumplir 93 años. Debió ser juzgado por su
responsabilidad directa en el genocidio y ahorcado en Nuremberg.
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